jueves, 2 de mayo de 2013

Testimonio - 2 de Abril de 2013 (5)

Después de un mes me pongo a pensar y me pregunto a mí misma si todo esto fue verdad, si fue un mal sueño o si fuimos parte de una película similar a “La tormenta perfecta”.
   Eran alrededor de las 4 – 4:30 am del 2 de Abril, decidí no salir porque la noche estaba perfecta para quedarse en casa y en mi afán por quedarme dormida, cerré los ojos y comencé a deleitarme con el hermoso sonido de la lluvia. Al cabo de unos minutos, otro sonido se empezó a escuchar junto con el de la lluvia, era la alarma de un auto, pero en mi estado de adormecimiento no le di importancia (aunque no paraba de sonar).
  A eso de las 04:50 am, cuando finalmente logro quedarme dormida, comienzo a oír a mis papás en el comedor. Cuando salgo a indagar el por qué estaban despiertos, mi mamá me comenta que mi perra entró a su cuarto y estaba inquieta, asustada. Por ese motivo, se asomó al patio pero no vió nada extraño, pero cuando miró para la calle se encontró con Belaustegui  inundada de vereda a vereda y el agua estaba por entrar a mi casa (tenemos 2 escalones para ingresar a la misma). 
   Ante la desesperación, sacamos estantes de un ropero y de un mueble para usarlos a modo de compuerta ya que sólo teníamos una pero en la puerta del patio. 
   Mientras que mi papá sostenía los tablones, mi mamá y yo, en la inocencia del momento de pensar que no iba a entrar más agua, impedíamos con trapos que la misma no entrara a las habitaciones. En ese mismo momento decidimos cortar la luz de toda la casa.
   Para ese entonces el agua ya nos llegaba más allá de los tobillos y a la perra la resguardábamos en la bañadera ya que es viejita. No sé si fue el destino o qué, pero se me ocurrió ir al baño y me encontré con los inodoros rebasando y la bañadera que se estaba empezando a llenar de agua que salía de la rejilla. Agarro a la perra y la llevo arriba de la cama para mientras tanto tratar de salvar las cosas de la facultad y subir un mueble sobre sillas para tratar de salvarlo (ilusa, no?). 
   Los minutos pasaban y todo parecía realmente una pesadilla, el agua había subido tanto que ya había pasado la compuerta del patio, no se veían las camas, flotaban los muebles y esta incluso se cayó la heladera; pero ahí se encontraba mi papá sacando fuerzas para contener el agua que intentaba entrar desde la calle. En ese momento realmente no me importaba nada banal, solamente salvar a mi perra y tratar de contener a mis viejos sobre todo a mi papá que sufre del corazón. Creo que fue tan grande ese anhelo que en un momento de frialdad logré llevar a mi perra a la terraza y resguardarla allí. Desde arriba pude ver como el barrio se estaba convirtiendo en Venecia o hasta incluso Atlántida. Los gritos de desesperación de la gente se escuchaban de todos lados, no paraba de llover y el agua fluía con gran rapidez en sentido Oeste – Este. 
   Enseguida baje para ayudar a mi papá con los tablones que “contenían”  el agua en la entrada pero era tanta la fuerza y la cantidad que nos empujó a las tablas, a mi viejo y a mí. Para ese entonces eran cerca de las 7 am y el agua nos llegaba a la cadera.  Defensa Civíl seguía sin atender y yo seguía llamándolos ilusamente con la esperanza de que atendieran y vinieran ayudarnos a los vecinos.
   Dejó de llover, pero el agua seguía ahí, no se iba, estaba completamente estancada. Creo que eran cerca de las 8:30 – 9  am cuando el agua finalmente bajó. No exagero, pero desapareció como por “arte de magia”, como cuando uno junta agua en una bacha y saca de golpe el tapón. 
   Si bien desde las 5:30 hasta aproximadamente las 9 am fue horrible lo que vivimos, creo tomamos conciencia de lo perdido cuando el agua retrocedió. No había tiempo para lamentos, era momento de respirar hondo y sacar fuerzas para empezar a salir adelante. 
   Dicen que el tiempo cura las heridas, pero creo que el tiempo te hace fuerte  para seguir luchando.  No debemos bajar los brazos y tenemos derecho de exigir explicaciones y una buena obra hidráulica, esto no tiene que volver a pasar pero lamentablemente puede volver a ocurrirnos si no se toman medidas a la brevedad



Malvina Soledad Salgado
Vecina del barrio de Floresta







Imágenes testimoniales de Malvina Soledad Salgado.

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